Como en 2019, el mundo del fútbol popular y de las gradas antifascistas está llamado a levantarse por Rojava y a romper el silencio sobre las amenazas de Turquía a la resistencia kurda. He aquí un texto procedente de Suiza y publicado en varios idiomas.
¡Hinchas, os necesitamos!
Hace unos años, cuando Turquía invadió Afrin, Serê Kaniyê y Girê Spî, muchos grupos de aficionad@s de todo el mundo se unieron a las movilizaciones para denunciar los ataques del gobierno fascista de Erdogan y para defender los logros de la experiencia revolucionaria (junto con el movimiento zapatista) la más inspiradora de principios del siglo XXI.
Hoy, justo cuando se celebra el décimo aniversario de esta autonomía tan duramente conquistada, las amenazas son considerables. Turquía, el segundo ejército de la OTAN, y sus aliados yihadistas vuelven a incrementar sus ataques, que en realidad nunca habían cesado. Ni el régimen sirio, ni sus vecinos (Irán, Israel, etc.) ni las grandes potencias (Estados Unidos y Rusia) son dignos de confianza.
El único apoyo real y sincero que se espera es el de los pueblos de todo el mundo. Por eso os pedimos que mostréis vuestro apoyo a Rojava en los estadios. Sabemos que comparten los mismos valores y que son capaces de realizar acciones espectaculares. Hoy, más que nunca, es indispensable demostrar que no aceptaremos con los brazos cruzados este capitalismo destructivo y este imperialismo devastador.
Uno de los puntos de inflexión en la autoorganización y autodefensa de los jóvenes de Rojava tuvo lugar en 2004 durante un partido de fútbol. Los hinchas rivales levantaron una efigie de Saddam Hussein, responsable del genocidio de Anfal a finales de la década de 1980, a modo de provocación. Los disturbios que siguieron dejaron más de 30 muertos, pero desde entonces la resistencia no ha cesado.
¡ Viva Rojava y el confederalismo democrático !
¡ Viva el fútbol popular y antifascista !
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